3- Maria Isabel Llano Hinestroza

Maritza mi prima tenía 41 años cuando detectaron su cáncer de seno, exactamente la misma edad que tenía su mamá (mi tía) cuando tuvo que lucharlo lastimosamente con un final que no fue feliz.

No era fácil para ella enfrentar su realidad con este antecedente, pues creció toda la vida con el recuerdo que este fantasma le había arrebatado lo que mas quería cuando tenía tan solo 7 años.

Siempre la vimos fuerte y llena de esperanza, y a pesar de no tener ninguno de sus padres vivos, su hermano  y sobrina en otra ciudad y su hermana en un convento de clausura, la fe estuvo con ella, su familia y amigos fueron su motivación.

Hoy , a sus 51 años, Martiza es mas feliz que nunca, a raíz de la enfermedad tomó decisiones importantes como renunciar a su trabajo donde llevaba 21 años para poder disfrutar las pequeñas cosas de la vida.

Su valentía y alegría son ejemplo e inspiración  para todas las que enfrentamos esta situación.

Este es su testimonio:

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Soy María Isabel Llano Hinestroza, tengo 51 años y pertenezco a una familia donde el cáncer de seno ha estado muy presente.

Mi primer contacto con esta realidad fue a los 7 años cuando después de un año de lucha y de tristeza por dejar 3 niños pequeños ,muere mi mamá a los 41 años de edad.

A partir de este momento y a medida que fuimos creciendo mi hermana y yo fuimos conscientes del riesgo que teníamos de heredar esta enfermedad lo cual nos hizo empezar a muy temprana edad a ser  muy constantes con la mamografiá cada año.

Hace diez años después de hacerme mi revisión anual, recibí una llamada de la   ginecóloga donde me solicitó ir urgente a su consultorio ya que el resultado de este examen no estaba bien.

En ese momento me asusté y salí inmediatamente para hablar con ella, me explicó que en mi seno derecho aparecían varias microcalcificaciones las cuales requerían una  biopsia urgente.

A partir de este momento empieza la angustia y el proceso de lucha por la vida.

De ahí en adelante lo primero que me realizan es una mastectomía bilateral que fue muy dolorosa, ya que en el mismo momento fueron implantadas las prótesis, posteriormente otra operación y por ultimo 4 quimioterapias de las rojas que son las mas fuertes.

Después de 10 años de haber superado este momento tan difícil , puedo decir que el cancer para mi fue un aprendizaje de vida.

Nunca sentí que la enfermedad me llevaría a la muerte como lo hizo con mi mamá, sinembargo, especialmente en las noches me asaltaba el miedo de enfrentar todo lo que se me esperaba por vivir.

La enfermedad me enseño :

1. A valorar la vida en sus mas mínimos detalles.

2. A confiar en la sabiduría del cuerpo que siempre apuesta primero por la vida.

3. A confiar mas en mi misma y a tener una mayor claridad en lo que que quiero.

3. A reconocer el gran valor del amor, apoyo y acompañamiento de la familia.

4. A afianzar mi fe en Dios  como fuente primera de Amor y Misericordia y como el compañero inseparable de nuestra vida en todos los momentos, buenos, regulares y malos.

mllanohinestroza@hotmail.com

 

2- Elsa Pérez del Corral

Elsa Pérez, amiga y compañera del colegio desde los 4 años.

Cuando tenía 37 años, fue diagnosticada de cáncer de mama, 4 años después de haber tenido un cáncer en el cuello (carcinoma adenoides quistico) mientras estaba en embarazo.

Cuando recibió el diagnóstico de cáncer de seno, sus hijas tenían 4 y 7 años, eso la motivó a enfrentar la situación con fuerza y hoy, 7 años después disfruta su adolescencia como ninguna.

“Bruce Willis” como le digo con cariño desde hace años (por la película “Dura de matar”) trabaja desde hace 20 años en La misma empresa y tiene una vida tranquila y feliz con su marido y sus dos hijas.

Es una mujer que irradia paz y tranquilidad.

Este es su testimonio:

Elsa

Me diagnosticaron un cáncer en el seno izquierdo a los 37 años de edad. De una muestra de 15 ganglios, 5 estaban comprometidos en estadio 3 por lo que debí someterme a un tratamiento de quimioterapia que constó de 4 sesiones del medicamento rojo y 4 ciclos del blanco para un total de 16 sesiones; posteriormente pasé a tener como 27 sesiones de radioterapia. Fue un proceso fuerte pero hoy puedo contar con orgullo que ya han pasado 7 años.

Tres años antes cuando tuve mi primer cáncer en el oído, relacionaba esta enfermedad con la muerte, sin embargo encontré que si uno se hace los chequeos a tiempo puede salir adelante y fundamentalmente con el apoyo espiritual de Dios como uno de nuestros pilares fundamentales de la vida; siempre he tenido fe en El y me ha ayudado a salir adelante en los diferentes momentos.

Fue también muy importante el apoyo que encontré en toda mi familia y amigos. Asimismo tuve la oportunidad de conocer  personas que habían  pasado por mi situación y sus vivencias  me ayudaron demasiado; fue así que en ese año comenzamos, por iniciativa de una de ellas, a formar un grupo de apoyo el cual fue creciendo de manera importante y a partir de nuestras experiencias hemos buscado poder darle apoyo a quien está viviendo la situación y en algunos casos a sus familiares más cercanos, pues esto no solo lo vive uno sino también quienes nos rodean y contar con alguien que te entienda ayuda muchísimo.

Quiero compartirles cuales fueron las grandes enseñanzas y lecciones aprendidas en mis momentos de quebrantos de salud:

  1. Tener Fe en Dios sobre todas las cosas y ver que El a través de las personas que nos acompañan en la tierra nos ayuda a salir adelante;  En primera situación de cáncer me aferre a Dios y a mis médicos, pero no quise recibir ningún tipo de ayuda de bioenergéticos, sicólogos, etc. Luego cuando tuve el cáncer de seno me di la oportunidad de apoyarme no solo en Dios, sino también en los médicos, un bioenergético y una sicóloga.
  2. Valorar las cosas simples de la vida; hay un refrán que dice: “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, y en estas enfermedades identifique el valor de las cosas que Dios nos ha dado y que yo no las valoraba, como son poder comer y bañarme sola, poder masticar la comida fácil, en fin doy gracias a Dios de poder contar con mis brazos, manos, etc.
  3. Aprendí ser una persona humilde, de recibir y aceptar la ayuda de los demás, que yo no soy la única en la vida que tuve situaciones difíciles que hay personas que han tenido o tienen problemas peores.
  4. Entender y respetar a las personas como son y no como yo quiero que sean.
  5. Aceptarme como soy y saber que de mi depende todo y no justificarme en los demás.
  6. La satisfacción de saber que las personas lo quieren a uno sin que sepamos y  sentirlos a través de las oraciones, mensajes etc.
  7. Entender que yo era la persona que me tenía que preparar a enfrentar a las personas como veían mi situación, más que esperar que ellas me entendieran a mí, percibí quienes les daba miedo hablarme  del tema, las miradas raras, quienes quieren saber más de la cuenta y los que están contigo porque realmente te quieren ayudar.
  8. Inicialmente recibía muchas llamadas, sugerencias, recomendaciones y esa presión me fue difícil de entenderla, pero aprendí que la gente lo hace porque te quiere, pero realmente me quedaba con lo me generara fe, tranquilidad y valor.
  9. Aprendí a entender que todos vemos y vivimos las situaciones de manera diferente, pues una de mis hermanas también tuvo cáncer de seno y cada una lo asumió y vivió de manera diferente.

De todo lo anterior lo que les puedo concluir  es que crecí como persona, ser humano y en lo espiritual.

En cuanto a las partes que fueron difíciles hay varios momentos que a uno le genera miedo, yo me resistía a la palabra quimioterapia, porque sabía que ese tratamiento era muy duro, pero una de mis amigas que había pasado por ello me dijo, “esto es lo que te da la vida, acéptalo” y así fue.

Dios me ha dado la oportunidad de seguir viviendo y mi misión es poder ayudar a las personas a través de compartir  mi experiencia personal,  por lo tanto les comparto mi correo electrónico elsapdelc@hotmail.com

Al vivir una situación de estas son más las cosas lindas y positivas que nos ayudan a crecer como ser humano, la invitación es que ojala no tengamos que vivirla para valorar lo que ya tenemos,  te invito a hacerte tus controles oportunos.

1- Victoria Hinestroza Orozco

Vito mi hermana, mi amiga del alma.

Cuando nací ella tenía 16 años por eso ha sido otra mamá para mi.

En noviembre del 2010, a sus 57 años fue diagnosticada de cáncer de mama, sentí pánico, sólo pensar que podría llegar a faltar fue motivo de muchas lágrimas y desvelos que ella nunca supo; recuerdo especialmente el día que la rapé, recuerdo su tristeza, la que podía ella expresar y recuerdo la mía que debía ocultar.

Hoy Vito disfruta la vida más que nunca en compañía de su marido, sus hijas y sus nietos.

Es una mujer muy feliz desbordada en amor y generosidad a todo aquel que la rodea.

Este es su testimonio:

Victoria Hinestroza O.

MI AMIGO EL CANCER!

Nunca pensé que lo podría llamar asi, pero con el tiempo he podido entender todo lo que me enseño!

Mi sentimiento inicial fue de miedo profundo!: Esto no me puede estar pasando a mi…es una pesadilla y ya voy a despertar! Quiero ver crecer a mis nietos, disfrutar mis hijas, envejecer con mi marido…  gozar a mis sobrinos…estar con mis hermanos…ir al algo de primas! Y mis papas? No lo soportarían! Mi trabajo? Mis amigas? Donde va a parar todo esto?

Tenia la sombra de la muerte reciente de mi prima, una mujer excepcional y aunque otras dos sobrevivientes me daban la fuerza… me dolia en el alma el sufrimiento, las ilusiones y los esfuerzos frustrados de mi adorada primita fallecida.

Pero el miedo no me va a intimidar, pensé,  y empece a buscar información, a estudiar cada palabra que me decían y a encontrar la claridad de lo que me estaba ocurriendo. Le tengo mas miedo a lo desconocido y lo que leia me daba mas esperanzas : voy a estar en las estadísticas de las que salen adelante!

El mundo del dolor no era totalmente desconocido para mi. Mi mama ha sufrido de muchas enfermedades y toda mi vida he deambulado por clínicas y salas de urgencias. Ya no era la acompañante, era mi turno.

Cuando me hicieron la mastectomía empece a entender el para que? No podía hacer nada con mi cuerpo, pero mi cabeza estaba intacta. Ya no era la mujer maravilla que trabajaba, llevaba mi casa, estaba atenta a mis papas, mis hermanos, mis sobrinos, mis hijas, mis nietos, mis amigas. NO PODIA HACER NADA!!!. Me bañaban, me vestían, tenia un dren, me aplicaban morfina….Dios mio!, pero lo mas impactante es que NO PASABA NADA! La vida seguía su curso: el sol salía, llovia, anochecia….que GRAN descubrimiento!

Empece a verme como en un video: Donde me quede? Cuando deje de soñar lo mio para vivir lo de los demás? Nadie me lo pidió…yo lo decidi, pero no DEBE ser asi! A donde voy en esa carrera tan desenfrenada? Estaba totalmente quieta y sentía que se iban soltando todas las ataduras que yo misma me puse.

Llego la Quimio y ya saludaba por su nombre a los de la clínica. Tenia miedo del sufrimiento, de las miradas de todos los que me quieren, totalmente incoherentes con lo que decían. Sus libretos no tenían ningún valor, porque solo eran palabras!

Alli me encontré muchos angeles, de todas las formas y llenos de gestos de compasión y bondad., pero lo que mas me impacto, fue ese sentimiento de explosión de mi burbuja: ya no era mi mundo perfecto. Todos los que hacían fila para entrar a los procedimientos hacían parte del mundo real…esa era la vida! Y aun asi estaban sonrientes, felices, agradecidos! Que lecciones de vida veía en sus rostros y comprobé una vez mas que la salud NO es lo MAS importante …es lo que llevamos adentro, lo que gobierna el espíritu, esa sonrisa del alma.

Tenia demasiados motivos para recuperar mi felicidad: Una familia hermosa…unos amigos incondicionales, el amor, el trabajo, las oraciones, las palabras, los regalos, los buenos deseos…y esas ganas de verme de nuevo en una playa, frente al mar, disfrutando lo que tanto me gusta.

La quimio me enseño lo pasajero que es el aspecto físico: Perdi el pelo, las cejas y pestañas y hasta las uñas, pero me ponía los turbantes llenos de colores que disimulaban mi tono cetrino.

Me “obligaban” a quedarme unos días en la casa por aquello del sistema inmune debilitado…medite…medite…medite y me hice demasiados propósitos. Me VI y proyecte como es que quería seguir viviendo…me habían dado otra oportunidad y me la iba a gozar!

Cada 3 semanas me “volaba” a ver el mar…Me iba sola en plan de trabajo, con muchas advertencias medicas, pero  sentía una felicidad gigante sentirme conmigo misma, sin que nadie me estuviera haciendo el seguimiento… en total paz!

Llore mucho, pero eran lagrimas acumuladas de muchos años…se me había olvidado lo que alivian! Ya lloro por todo y eso me suelta cualquier minima carga.

No quiero volver a ser la mujer maravilla: ser la que hace todo y se ofrece sin pensar! No mas!

Pienso si debo, si me corresponde y si quiero y después asumo feliz!

Cuando miro hacia atrás solo encuentro gratitud a todos los que me acompañaron y ayudaron. Abruma el amor ¡ Dios que siempre esta ahí, no me llevo de la mano: me cargo, me abrazo y me dio la fuerza y la fe para salir adelante.

Hoy soy una persona diferente, pero con una felicidad mucho mas profunda y ante la adversidad decidi ganar la batalla y no entregarme!

Entendi que mi prima era un fruto maduro y se fue de nuestra vista en total paz ¡yyo no estoy lista… aun me falta…pero también se que el dia que llegue mi turno, el equipaje estará mucho mas liviano, porque solte las amarras y aprendi a volar!

No le deseo un cáncer a nadie, pero no es el fin, es una OPORTUNIDAD UNICA Y MARAVILLOSA!

 

 

 

 

 

18- Primer Cumpleaños

Pocas personas tenemos la fortuna de celebrar de manera consciente el primer cumpleaños.

Cuando se vuelve a nacer  a los 44 años, cuando abrimos los ojos el día de ese cumpleaños que por algun momento “vimos borroso” la felicidad es superior. Ya me rio de eso, pero esos primeros dias de Agosto donde no habia claridad del compromiso de la enfermedad en el cuerpo, donde sentía que tenía “orden de captura” de la funeraria Betancur, el mes de Noviembre parecía muy lejos.

Recuerdo que empezando el día de mi cumpleaños, serían talvez las 3:00am, hora que regularmente me despierto, voy al baño y vuelvo a dormir, sentí una alegría diferente; 18 de noviembre, segun mi cédula mi cumpleaños #44, según mi corazón el primero.

Me sentí físicamente perfecta, era el tercer dia después de la quimioterapia, se suponía que debía estar mas indispuesta  (como había incluso sido en las anteriores) pero yo me había programado espiritual y mentalmente para que no fuera así, me había visualizado completamente sana y feliz y había sentido la emoción en mi cuerpo de levantarme tan bien. Nuevamente la fe + el PNL funcionaron!

Me reía sola, me felicitaba a mi misma y sin pensarlo tuve lágrimas de emoción.  Me sentí mas viva y mas sana que nunca, Dios me había regalado esta oportunidad … Que delicia vivir!

Me volví a acostar emocionada, agradecida con El, con la vida, con mi papá y mi mamá que me permitieron existir, con la alegría que heredé del primero y la generosidad que trato de emular de la segunda (aunque mucho me falta) . Son por ellos y para ellos por quienes también venimos a este mundo, Pensé mucho en su amor hacia mi, en ese amor que duele por un hijo, sentí que seguro han sufrido por “la niña” de la casa pero espero hayan sentido mi tranquilidad también de que todo va a salir bien. Agradecí infinitamente poder tenerlos conmigo ahora a sus 84 y 80 años y sentir su compañía en este camino, nada como el amor seguro y desinteresado que sabe uno recibe de sus papás.

Me volví a dormir sonriendo y a las 6:30 am llegaron mis hijos a la pieza con el desayuno, las cartas que no me pueden faltar y los regalos. Aunque era un lunes llegarían tarde al colegio; El papá, que fue criado en una “academia militar” y según nuestros amigos esta casa es un campo de concentración,  definió que podían faltar las primeras horas de la mañana pues  no todos los dias se celebra el primer cumpleaños de la mamá!

Hice un esfuerzo por comer  algo pues esos dias la comida no me provoca y después: TODOS a la cama! Para mi el mejor regalo, siempre he disfrutado ese escaso momento cada que se puede, y digo escaso pues el tiempo de mi esposo, Ginecólogo, dedicado a la reproducción humana, depende de la ovulación de sus pacientes (yo incluso podría asegurar que el aparato reproductor femenino viene programado para ovular: domingos, festivos, 25 de diciembre y 1 de enero).

Se fueron los “niños” pero mi esposo no fue a trabajar. Quienes lo conocen saben lo que eso significa para el, quería quedarse conmigo y cumplir una promesa que me había hecho el día que supimos perdería el pelo y que había quedado reservada para ese día. Sin problema alguno cogió el mismo la máquina con la que me rapó e hizo lo mismo con su pelo. Para mi no era necesario, pero según el : “Linda, promesa es promesa”  Un gesto hermoso de amor, solidaridad y palabra, así como todo lo de el!

El día no pudo ser mejor, una tarde de masajes para el cuerpo y para el alma, mensajes llenos de afecto, las flores que disfruto tanto, las llamadas cargadas de amor, el cumpleaños feliz y las mañanitas cantadas a “viva voz”por telefono y al final del dia la visita de familia y amigas del alma.

Un cumpleaños mas para muchos, para mi EL cumpleaños, el día en que le prometí a Dios que le agradeceré por cada amanecer y cada atardecer, le agradeceré porque siento, respiro, veo y  camino, cosas que creemos nos merecemos pero que no son así.

Ademas le prometí que daré lo mejor que pueda de mi para ser mejor ser humano, para ser mejor miembro de familia, esposa, mamá y amiga.

Le prometí que seguiré en esta lucha feliz y sonriente, que seguiré recibiendo con amor y aceptación cada momento “diferente” que me toque vivir.

Le prometí que le pondré el alma a ayudar a otras personas que viven esta situación para que puedan “cambiar el observador” y ver las cosas buenas que hay detrás de esta experiencia y así su camino sea mas fácil.

Y le agradecí fuertemente por esta enfermedad, este regalo de vida que me dio, porque sin duda las horas, dias, meses o años que solo El sabe me queden de vida, los viviré mejor que nunca; Eso si, le pedí con firmeza que me mejore el clima porque se me esta congelando la cabeza!

Gracias Dios por tu regalo con lazo rosa!

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17- Una mujer sin pelo en la calle…

Es muy simpático ver la reacción de las personas en la calle, aquellas que no te conocen, que no tienen ningún vinculo afectivo contigo y que ven pasar una señora “muy rara” sin pelo.

Si viviera en Los Ángeles, si caminara por Hollywood creerían que estoy estudiando actuación, rodando una película. Pero, acá en Medellín-Colombia, la ciudad donde todos tenemos carros plateados, desayunamos con arepa , nos vestimos y nos maquillamos igual ser “diferente” tiene su precio.

Recuerdo con cariño, que aproximadamente un mes antes de haber sido diagnosticada, estaba con una persona de edad, muy cercana a mi y estábamos en un restaurante con mi familia.  Cuando salíamos una mujer calva se acercó a saludar a alguien que estaba con nosotros.   En ese momento, mientras ellos dos hablaban, me dice:

“ Definitivamente si hay mujeres ya muy raras, como sale a la calle una mujer así sin pelo” a lo cual yo dije: “No será que está en algún tratamiento?” y ella respondió: ”Si será? (segundos de silencio)… hay que pesar!(con voz de remordimiento)”

Y lo recuerdo con cariño y agradecimiento porque fue una manera muy clara de entender anticipado lo que generaría en los demás, las reacciones que podrían presentarse y de igual manera entender y aceptar desde el amor  cualquier comentario imprudente que pudiera surgir.

No me gusta generar lástima ni ser el centro de atracción, precisamente por esta razón salir sin peluca iba en contra de esos dos “principios” , pero me pudo algo diferente, me pudo algo mas potente que era enfrentar mi propio ego, ser capaz de demostrarme que no importaba el que dirán, lo que me sucedía no había sido mi elección y querer ocultarlo no facilitaría las cosas. Además, esto sería consecuente con aquello que les repito a mis hijos adolescentes constantemente sobre tener que enfrentar ser el “único” ser “el parche” porque la decisión que se tome sea diferente a la de los demás y aunque muchas veces no es para nada divertido ”Es maluco, pero toca” como dice la mi sobrinita.

Todo estaba planeado para usar la peluca, incluso mi socia y yo tendríamos un “código de señas” para que ella o alguna de las “triparchicas” me dijeran si la tenía torcida en una reunión de un cliente. Nos reíamos de solo pensar en ese escenario.

Y como la idea ha sido gozarlo todo, tenía además de la peluca de mi propio pelo, otras 3 que me habían prestado porque iba a “cambiar de looks” dependiendo del día, estaba hasta entusiasmada con el cuento… juraba que iba para una fiesta de disfraces!

Cuando llegó la hora, cuando ya no era juego, cuando debía estar ya sobre la  piel sensible de la cabeza afeitada, me pareció una corona de espinas; Sentí que sería esclava de ella, si alguien llegaba a mi casa tendría que correr a ponérmela y mi tranquilidad dependería de su uso.

Envidié las personas que tienen la capacidad de soportar ese tipo de cosas pues a mi todo me estorba, en los zapatos, en la ropa, a veces tengo que cortar las marquillas de las camisas, por eso tal vez no me acostumbraría fácil  y usarla y sentirla permanentemente sería recordarme mi situación.

Entonces me “tiré al ruedo”. Y aunque los primeros días no fueron fáciles ya me acostumbré y ya la gente a mi alrededor dice que no se imaginan a Lina con pelo.

Para evitar “basuritas en el ánimo” como decía Mafalda, cuando iba al baño y tenía que lavar las manos , evitaba mirarme al espejo, yo sabía que me terminaría acostumbrando pero el tiempo se encargaría y yo tenía que ayudarle.

A sido muy simpático, hay todo tipo de comentarios y aunque no puedo negar que al comienzo notar los codazos de la gente me arrugaban un poco el corazón, hoy, yo no sé si ya no tienen codos o que pero o no lo hacen o ya me desentendí tanto del tema que ni lo noto.

Hay comentarios que causan risa, aquellos de niños, adultos mayores o uno que otro poco afortunado en neuronas que pregunta porque me motilé así. A los últimos hay que ponderarles lo valientes que son al hacerlo, pues muchos lo pensarán y se quedarán con la intriga.

He tenido que responder cosas diferentes, a una persona de la familia  muy mayor que me lo pregunto le respondí con cariño: “ Tenía las punticas del pelo muy feitas, entonces mi marido me las motiló.  Eso sí, te lo recomiendo como ginecólogo, porque como peluquero no le vas a poner la cabeza, mírame como me dejó!”

A otros, los del último grupo, les digo que un día con mucho calor me dio “el arrebato” y me tusé y ahí la cara de admiración es TOTAL, les parezco la MAS valiente, la mas radical, la mujer maravilla…

Pero los comentarios estimulantes y de admiración son mayoría.  Personas que no conoces que te dicen en un almacén, en un restaurante que admiran la valentía, la personalidad incluso hasta la forma de la cabeza. Personas que a veces no te hablan pero que con la sonrisa te lo dicen todo, con un dedo hacia arriba, con una matada de ojo…es realmente gratificante.

Un día tuve una experiencia hermosa.  Tenía tal vez un par de días de rapada y estaba mercando. Cuando llegué a la caja registradora se me acercó una señora de unos 50 años y me dijo:

“Señora, discúlpeme, tengo que decirle algo: Hace varios días me diagnosticaron una enfermedad que se me va a caer el pelo totalmente (me mostró ya todos los calvos que tenía), yo estaba muy deprimida en mi casa, en mi cama. Vine hoy al mercado porque se me acabó un medicamento y tenía que tomarlo.

Había definido que no volvería a salir y que sin pelo nunca mas podría ser feliz. Y  sabe qué? Mi Dios me la puso acá! yo la vengo siguiendo hace rato… y la veo tan sonriente, tan tranquila, tan feliz!.   Sabe que señora? Verla a usted me cambio la vida, me volvieron a dar ganas de vivir y yo voy a ser feliz así como usted; Voy a salir a la calle sin pelo y voy a agradecer que estoy viva!” .Me dio un abrazo acompañado de “Que Dios me la bendiga y se fue”.

Yo quedé en shock, pagué rápidamente, me senté en el carro y me puse a llorar. Miré hacia arriba y le agradecí a Dios porque empezaba clarificarme el “para que” que hace tantos días le estaba pidiendo.  Me sentí plena, todo estaba saliendo como El lo había planeado y seguro era solo el comienzo de su voluntad.

1- Carta a Carolina

Mi familia ha vivido el fantasma del cáncer de seno, mi hermana y muchas primas han sido guerreras triunfadoras en esta batalla.
Una de ellas, Carolina Hinestroza Villamizar, una mujer muy especial, luchó por 15 años contra él, pero su lucha fue particularmente valiosa porque más que por ella luchó por las demás.

En estos momentos ha sido mi gran inspiración, pero como ya no puedo hablarle quise escribirle…

Querida prima:

Cuando me remito a mi adolescencia, a esa etapa tan maravillosa que viví estás tú y tu familia en mi recuerdo.  La vacaciones de mitad de año en Ibagué eran una fantasia; tu hermanita menor, mi primita y amiga del alma, los tíos y todos ustedes hacían que me sintiera en casa y que prefiriera ese destino por encima de cualquier otra propuesta de mi familia por sexy que fuera.

No quiero detenerme a recordar todo ese entorno tan gratificante que todavía hoy me trae sonrisas, quiero hoy contarte tantos años después lo que me generabas tú.
Te veía hermosa, ese pelo negro y esa boca grande y roja tipo Blanca Nieves me impactaba. Eras la prima más linda para mí!

Venías a visitar tu familia en tus vacaciones de verano, pues por esos años habías ganado una beca Fullbright  para un master de desarrollo económico en Estados Unidos (beca entregada a nivel mundial a futuros líderes con alto grado de compromiso social). Que buena elección hicieron contigo!

Tengo muy presente lo especial que eras conmigo y con la “Chiquita” como le decías a tu hermanita. Nos ayudabas a arreglarnos para salir y muchas veces cuando llegábamos estabas en el salón de la entrada de la casa tocando guitarra , recuerdo que me quedaba ahí escuchándote por mucho rato, siempre he disfrutado sentarme al lado de alguien que toque  guitarra, pero verte a ti, con esa voz ronca , armónica y siempre sonriendo era una verdadera delicia.

Cuando te ganaste el Reinado Nacional de la Canción Colombiana, en Villavicencio , que es algo así como ser la reina del Carnaval de Barranquilla, yo no pude ser más orgullosa, yo creí que habías sido elegida Miss Universo, mi admiración aumentó y eso sumado a tu belleza interior, tu carisma arrollador y tu calidad humana te acercabas demasiado a la mujer que me encantaría ser.

No tuve la fortuna de disfrutarte mucho, vivías en otra ciudad y desde muy jóven te fuiste al exterior, te casaste  y tuviste una niña que sin duda tiene tu adn, tu chispa y tu sonrisa. Además, supe hace poco que estuvo de visita en Colombia que tú le decías que se parecía a mi físicamente. Me dio tanta alegría que lo hubieras pensado!

En la distancia te seguía, y en la medida que fui creciendo iba descubriendo en las pocas veces que nos vimos y por las cosas que contaban  de ti lo GRANDE que eras, a pesar de tu corta estatura. Una mujer admirable, integral, con una inteligencia superior y una capacidad impresionante de relacionarte con cualquier persona, una personalidad que en Estados Unidos causaba sensación.

Un día llegó a mi casa la noticia que te habían diagnosticado cáncer de seno, tenías 35 años. Recuerdo fácilmente que no se porqué no sentí ni angustia, ni miedo. Yo tenía 23 años y aunque entendía la gravedad del asunto, sentí que sería  “una raya más pal tigre para ti”. Para mí eras una súper mujer y sabía que podrías con eso y mucho más,  que lo ibas a superar, que serías ejemplo y que disfrutarías de tu bebé de 3 años muchos años más.

No me equivoque, luchaste por tu salud, en una época donde no existían tantos recursos como ahora y fuiste vencedora por 5 años más. Luchaste además por la causa, creaste la fundación Nueva Vida”,  en Washington, que ofrecía apoyo a las mujeres hispanas que eran diagnosticadas con cáncer de seno para orientarlas  y darles recursos a quienes no tenían poder adquisitivo. De ahí fuiste invitada a ser la vicepresidenta de la Coalición Nacional contra el  Cancer  de Seno, NBCC, donde estuviste más de 3 años en la labor de encontrar recursos para investigación y encontrar la cura para esta enfermedad. Las fotos con el Presidente Clinton en la Casa Blanca son testigo de ello.

Te aliviaste totalmente, incluso tuve la fortuna de visitarte con mi esposo, mi hija y mi segundo hijo recién nacido, con mi papá y mi hermana. Compartimos unos días de primavera maravilloso. Nos atendiste así, como todo lo tuyo, con esa capacidad de hacer todo en tu vida mejor de lo esperado.

Poco tiempo después de regresar nos enteramos que el cáncer había aparecido en el otro seno. Ya para aquel entonces tenías 40. Le luchaste con fuerza y volviste a ganarle, como toda una guerrera! .Además seguiste trabajando por la causa más fuerte que nunca.

Antes de cumplir tus 49 años tu misma descubriste nuevamente tus tumores (igual que lo habías hecho en las otras dos ocasiones) eran diminutos, pero por tu insistencia en que te hicieran exámenes adicionales encontraron que habías hecho un sarcoma por radiación. A pesar de que tu cabeza y tu espíritu estaban intactos, el cuerpo ya estaba cansado y necesitaba reposo. Fue un año y medio de lucha, de recibir todo el amor que habías sembrado, de compartir con quienes podían estar cerca y de nuestro amor a la distancia.

Celebraste incluso tus 50 años con la energía y el entusiasmo de siempre, lograste graduar a tu hija y si bien no pudiste ir a la ceremonia si compartiste con ella su celebración en la sala, y ofrecer una reflexión y sabios consejos que conmovieron a todos los que los acompañaron. Fuerzas que sacamos las madres para acompañar a los hijos! pero allí ya se podía ver que tu cuerpo estaba cansado y que el reposo eterno vendría pronto.

Finalmente el 21 de Junio del 2009 pasaste a otra dimensión, dejaste de estar presente en cuerpo material porque sigues con nosotros , de eso estoy más que segura.

Siempre te quise mucho primita, te admiré en silencio, te seguí de reojo y quise ser una mujer como tú.

Y mira hoy, estás conmigo, te siento cerca, se que entiendes todo lo que he vivido, todos los miedos que como esposa , hija y mamá sentí al comienzo.
Me has ayudado a ir encontrando las respuestas a tantas preguntas que te hecho y sentí como me abrazabas cuando al comienzo de todo esto, la angustia me despertaba a media noche y después de recorrer tus fotos en el Facebook de tu hija, el llanto me obligaba a salir de la cama al escondido de mi esposo para no despertarlo.

Te agradezco Carito por ese modelo de mujer que eres, porque sigues viva en mí, te agradezco porque me inspiras ahora más que nunca y te pido me acompañes  e ilumines para poder hacer algo también por la humanidad como tú.

Ya finalmente tenemos algo parecido, con una gran diferencia,  tu cumpliste con los que Dios te había asignado, yo me quedaré mucho tiempo más, porque todavía hay mucho por hacer. Pero en mi afán de emularte, prometo pintaré más seguido mis labios de rojo,  mi voz ronca seguirá allí y mi sonrisa estará mas viva que nunca en mi cara como hasta el último momento la tuviste tú.

No me sueltes primita, te necesito,

Lina

16 – Nancy, mujer valiente

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El 1 de Agosto de este año, el día que inicie el diplomado de programación neurolinguistica conocí a Nancy.  Una nueva compañera del curso, sonriente y cariñosa.
Desde el primer momento reconocimos en ella su tenacidad, hacia 18 meses había iniciado un tratamiento de cáncer de seno, ya había terminado todo el proceso y tenía más ganas de vivir seguramente que todos los demás que estábamos allí, ella ya sabía lo que significaba contemplar la posibilidad así fuera por un momento de tener los días contados en esta vida material.

El primer día, cuando la conocimos al momento de presentarse en el grupo, compartió porque estaba allí y como había vencido su lucha contra el cáncer. Sentí mucha admiración , vi en ella una mujer con deseos de comerse el mundo y sentí que se lo merecía después de lo que  pudimos ver había sufrido.
Como para mí el pelo era tan importante, me impactó verlo tan corto y sentí lástima por eso, lamente que hubiera perdido su feminidad,  pues además nos compartió que lo tenía largo y lo extrañaba.  Que ironías las de la vida!

Justo mientras yo conocía a Nancy , mi marido en su consultorio recibía los resultados de mi exámen, y yo inocente iniciando mi curso jamás imaginé que su historia inicial llegaría a convertirse en pocas horas en algo tan familiar para mí.

Poco a poco nos fuimos acercando en el grupo de PNL, compartíamos  solo 8 horas semanales pero con una intensidad emocional tal que rápidamente fuimos entrando al corazón de todos.  Y Nancy siempre allí con una sonrisa amplia y llena de esa fe que nos impactaba.

Pocos sabían mi situación, no quería hacerlo, al principio no eran mis amigos y no me gusta para nada generar lástima, por el contrario, me molesta.  Por eso solo a Nancy un día que estaba sentada a mi lado le conté, ella muy “hermosa” (así nos decía a todas)  se puso muy a la orden y sentí en su mirada una especie de consideración por lo que venía pues por lo que me compartió esos meses de tratamiento habían sido muy duros física y emocionalmente para ella.

Un día, casi a los 3 meses del curso Nancy no llegó, le habían encontrado metástasis en el cerebro y la operarían de urgencia y así fue.  Primero una cirugía con muy buenos resultados, luego otra cirugía aparentemente menos dura. Cuidados intensivos, habitación y para la casa… Todo iba muy bien, nos mandaba mensajes por chat y nos llenábamos de alegría.

El lunes 4 de Noviembre, a los 96 días de haberla conocido Nancy murió. No quise preguntar muchos detalles de su muerte porque cuando supe la noticia sentí dolor y miedo . Me impactó muchísimo, pues yo no contemplo la posibilidad de que eso pueda pasarme pero casos como este cuestionan a cualquiera.
Pedí a Dios por ella y le pedí que me ayudara a entender que esa era su misión, que su caso era distinto al mío y  que la vida me la puso justo al lado para poner a prueba mi fe y mi esperanza y para convencerme que ante la voluntad de El no hay nada que hacer.

Afortunadamente así fue, rápidamente recupere mi paz y mi tranquilidad, la recuerdo mucho, muchísimo, pero me concentré en pensar en el 95% de mujeres que sobreviven y seguí como venía, agradecida con la vida por esta segunda oportunidad que tengo hoy, por haberla tenido cerca y por el deseo fuerte de vivir más feliz que nunca.

Nancy hermosa, eres inolvidable, el señor te tiene en su gloria.

15- Cabezas para mi peluca

Una cabeza fría y blanca, muerta , sin vida … Así era la base de icopor donde se supone debía “dormir” mi peluca.
Me pareció deprimente, sentí que MI pelo, que después estaría en MI cabeza pasaría una mala noche.  Fue entonces iniciativa de mi marido la idea de intervenirlas.  Como la base es de icopor, se dejaría trabajar fácilmente.

Fue así como le propuse a algunos amig@s que tienen sensibilidad al arte , aquellos que de alguna manera he sentido cerca en este proceso a que le dieran vida. Todos aceptaron con mucha alegría y las sorpresas han sido maravillosas, diferentes, con el ADN de cada uno, pero sobretodo con el cariño sentido en cada brochazo, en cada texto, en cada accesorio. Con un amor desinteresado y un único interés de estar presentes en un momento muy importante de mi vida.

Las he disfrutado muchísimo, las tengo exhibidas en un mueble al frente de mi cama y todos los días las muevo entre ellas. Se las muestro a todo el que llega a mi casa, me siento con juguete nuevo.

Ademas, ha sido muy especial recibir “peticiones” de personas que quieren hacerla, que voluntariamente decidieron “montarse en el cuento” e invertir sus horas libres en mi.
Que feliz me siento con las que he recibido y con las que se vienen en camino…

A todos mis artistas, agradecimientos desde el fondo de mi corazón, agradecimiento total por su tiempo, por poner su cabeza en la mía y por entregarme allí su amor, su energía y sus buenos deseos!

14- La peluca

A otro día de raparme debía ir con mi peluca donde la especialista para que le hiciera el corte de la capul.

Inicialmente me afeitaron la cabeza con máquina y crema de afeitar y después debía pasar a ensayar la peluca.  La verdad quedó muy bonita, era mi pelo, creo que por eso hicimos click inmediato. Sin embargo en los 10 minutos que estuve allí me picó, me rascó, me estorbó.

Cuando nos montamos al carro mi esposo me dijo que me la quitara, que le gustaba verme así; sentí un alivio enorme, aunque sabía que no tenerla era ponerme el letrero de cáncer, la tortura de soportar la peluca por tantos meses iba a ser mayor y son suficientes incomodidades como para sumarme una más.  Ese día , en mutuo acuerdo con mis hijos y mi esposo definimos que la peluca sería un lindo recuerdo.

Termine entonces después de un evento familiar en un centro comercial, donde fui, sin querer, el centro de muchas miradas; algunas con asombro, otras con compasión y otras con admiración, las últimas  especialmente de mi marido y mis hijos que eran las que en realidad importaban.

Hoy en día, me encanta estar sin peluca, aunque al principio daba frío, ahora disfruto la frescura…la ducha… Y sobre todo no siento un cuerpo extraño en mi cabeza, así no tengo motivos para recordar que estoy en un tratamiento.

Lo recuerdo cuando me veo en un espejo, en una vitrina; lo recuerdo con alguna mirada diferente en un sitio público, algún comentario imprudente de personas en la calle que recibo con total tranquilidad entendiendo que vivimos en un país donde no estamos acostumbrados a respetar las diferencias.

Eso si, mi peluca tiene donde recargarse todas las noches …

13- Sin Pelo

Según la tricóloga (especialista en pelo) A partir del día 13 se debería empezar a caer y su recomendación era raparlo de inmediato.
En mi caso no fue así, más o menos al día 18 empece a quedarme con los manojos de pelo en la mano, en la almohada , en la ropa.  Dejaba un camino por donde pasaba.
No puedo negar que al principio me causo impresión , en el fondo pensé poder ser uno de esos pocos casos entre miles de mujeres en quimioterapia que NO se les cae el pelo.
Me dolía sentir que quizás iba a dejar de parecerme físicamente a mi hija, me dolía perder la feminidad que el pelo me brindaba y perder mi identidad.

Mi esposo me había acompañado primero donde la especialista para que nos explicara como debía hacerse este tema pues desde el primer momento decidí que quería  vivirlo en la intimidad de mi familia. Consulte a mis hijos cuando hacerlo y ellos definieron que la noche después de la segunda quimioterapia, pues querían que llegara al centro Oncológico con pelo.

Fue un momento muy especial, mis hijos me sentaron dando la espalda al espejo y mientras mi esposo iba cortando lo poco que quedaba de pelo (para donarlo para capules de gorros de niños con cancer) mis hijos lo guardaban como era debido.  Llego el momento de pasar la máquina, ese sonido me llego al alma, le pedí muchas fuerza a Dios para aceptarlo con amor y sobretodo para hacer de ese momento algo valioso para nuestra vida como familia.

Con una tranquilidad superior a la que imaginé tener, les dije a mis hijos que era un momento especial , que siempre estaríamos unidos como familia en las cosas buenas y en las “diferentes”. Que ellos estaban en una edad donde la belleza era muy importante y esta era la oportunidad para ver la belleza interior, para reflexionar siempre antes de hacer un comentario malintencionado de algún defecto físico de alguien. Ademas fui enfática en pedirles que cuando vieran la mamá en la casa, sin pelo, no pensaran que estaba enferma, por el contrario , pensaran que ya me alivie, que el tratamiento me hizo efecto y estaré más sana que nunca.

Terminaron de raparme,  mi hija me maquillo y me voltearon al espejo con los ojos cerrados. Dijeron en coro: 5…4…3…2…1… y abrí los ojos…
Me impacto un poco, hice un esfuerzo enorme por sonreír con un nudo en la garganta , pero fue inevitable que mis ojos se empezaran a llenar de lágrimas. Fue entonces en ese momento cuando uno de mis hijos me abrazó y me dijo:”mamá, cuando tu te mires al espejo, vas a pensar lo mismo que nos acabas de decir a todos nosotros” y me dejo no sólo sin palabras sino sin una lágrima, tenía toda la razón.

A partir de ese momento sentí que me quité un peso de encima, esa noche dormí perfecto, recupere mi tranquilidad. Recordé mucho las palabras de una amiga que vivió esta situación y que ha sido un gran apoyo en este proceso, que me advirtió que eso era tal vez lo mas dificil, pero que era menos duro de lo que uno imaginaba.
Esa noche descubrí la angustia que venía acumulando inconscientemente haciendo resistencia a un tema que no tenía solución, descubrí que el pelo es un accesorio , que parte de lo que tenía que aprender era el desapego a tantas cosas que no valían la pena y que además era un tema temporal.
Eso si, le pedí a Dios que me diera la fuerza así fuera un solo día de tener la valentía de no usar la peluca. Todo llegaría a su debido tiempo…