Vito mi hermana, mi amiga del alma.
Cuando nací ella tenía 16 años por eso ha sido otra mamá para mi.
En noviembre del 2010, a sus 57 años fue diagnosticada de cáncer de mama, sentí pánico, sólo pensar que podría llegar a faltar fue motivo de muchas lágrimas y desvelos que ella nunca supo; recuerdo especialmente el día que la rapé, recuerdo su tristeza, la que podía ella expresar y recuerdo la mía que debía ocultar.
Hoy Vito disfruta la vida más que nunca en compañía de su marido, sus hijas y sus nietos.
Es una mujer muy feliz desbordada en amor y generosidad a todo aquel que la rodea.
Este es su testimonio:

MI AMIGO EL CANCER!
Nunca pensé que lo podría llamar asi, pero con el tiempo he podido entender todo lo que me enseño!
Mi sentimiento inicial fue de miedo profundo!: Esto no me puede estar pasando a mi…es una pesadilla y ya voy a despertar! Quiero ver crecer a mis nietos, disfrutar mis hijas, envejecer con mi marido… gozar a mis sobrinos…estar con mis hermanos…ir al algo de primas! Y mis papas? No lo soportarían! Mi trabajo? Mis amigas? Donde va a parar todo esto?
Tenia la sombra de la muerte reciente de mi prima, una mujer excepcional y aunque otras dos sobrevivientes me daban la fuerza… me dolia en el alma el sufrimiento, las ilusiones y los esfuerzos frustrados de mi adorada primita fallecida.
Pero el miedo no me va a intimidar, pensé, y empece a buscar información, a estudiar cada palabra que me decían y a encontrar la claridad de lo que me estaba ocurriendo. Le tengo mas miedo a lo desconocido y lo que leia me daba mas esperanzas : voy a estar en las estadísticas de las que salen adelante!
El mundo del dolor no era totalmente desconocido para mi. Mi mama ha sufrido de muchas enfermedades y toda mi vida he deambulado por clínicas y salas de urgencias. Ya no era la acompañante, era mi turno.
Cuando me hicieron la mastectomía empece a entender el para que? No podía hacer nada con mi cuerpo, pero mi cabeza estaba intacta. Ya no era la mujer maravilla que trabajaba, llevaba mi casa, estaba atenta a mis papas, mis hermanos, mis sobrinos, mis hijas, mis nietos, mis amigas. NO PODIA HACER NADA!!!. Me bañaban, me vestían, tenia un dren, me aplicaban morfina….Dios mio!, pero lo mas impactante es que NO PASABA NADA! La vida seguía su curso: el sol salía, llovia, anochecia….que GRAN descubrimiento!
Empece a verme como en un video: Donde me quede? Cuando deje de soñar lo mio para vivir lo de los demás? Nadie me lo pidió…yo lo decidi, pero no DEBE ser asi! A donde voy en esa carrera tan desenfrenada? Estaba totalmente quieta y sentía que se iban soltando todas las ataduras que yo misma me puse.
Llego la Quimio y ya saludaba por su nombre a los de la clínica. Tenia miedo del sufrimiento, de las miradas de todos los que me quieren, totalmente incoherentes con lo que decían. Sus libretos no tenían ningún valor, porque solo eran palabras!
Alli me encontré muchos angeles, de todas las formas y llenos de gestos de compasión y bondad., pero lo que mas me impacto, fue ese sentimiento de explosión de mi burbuja: ya no era mi mundo perfecto. Todos los que hacían fila para entrar a los procedimientos hacían parte del mundo real…esa era la vida! Y aun asi estaban sonrientes, felices, agradecidos! Que lecciones de vida veía en sus rostros y comprobé una vez mas que la salud NO es lo MAS importante …es lo que llevamos adentro, lo que gobierna el espíritu, esa sonrisa del alma.
Tenia demasiados motivos para recuperar mi felicidad: Una familia hermosa…unos amigos incondicionales, el amor, el trabajo, las oraciones, las palabras, los regalos, los buenos deseos…y esas ganas de verme de nuevo en una playa, frente al mar, disfrutando lo que tanto me gusta.
La quimio me enseño lo pasajero que es el aspecto físico: Perdi el pelo, las cejas y pestañas y hasta las uñas, pero me ponía los turbantes llenos de colores que disimulaban mi tono cetrino.
Me “obligaban” a quedarme unos días en la casa por aquello del sistema inmune debilitado…medite…medite…medite y me hice demasiados propósitos. Me VI y proyecte como es que quería seguir viviendo…me habían dado otra oportunidad y me la iba a gozar!
Cada 3 semanas me “volaba” a ver el mar…Me iba sola en plan de trabajo, con muchas advertencias medicas, pero sentía una felicidad gigante sentirme conmigo misma, sin que nadie me estuviera haciendo el seguimiento… en total paz!
Llore mucho, pero eran lagrimas acumuladas de muchos años…se me había olvidado lo que alivian! Ya lloro por todo y eso me suelta cualquier minima carga.
No quiero volver a ser la mujer maravilla: ser la que hace todo y se ofrece sin pensar! No mas!
Pienso si debo, si me corresponde y si quiero y después asumo feliz!
Cuando miro hacia atrás solo encuentro gratitud a todos los que me acompañaron y ayudaron. Abruma el amor ¡ Dios que siempre esta ahí, no me llevo de la mano: me cargo, me abrazo y me dio la fuerza y la fe para salir adelante.
Hoy soy una persona diferente, pero con una felicidad mucho mas profunda y ante la adversidad decidi ganar la batalla y no entregarme!
Entendi que mi prima era un fruto maduro y se fue de nuestra vista en total paz ¡yyo no estoy lista… aun me falta…pero también se que el dia que llegue mi turno, el equipaje estará mucho mas liviano, porque solte las amarras y aprendi a volar!
No le deseo un cáncer a nadie, pero no es el fin, es una OPORTUNIDAD UNICA Y MARAVILLOSA!