16 – Nancy, mujer valiente

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El 1 de Agosto de este año, el día que inicie el diplomado de programación neurolinguistica conocí a Nancy.  Una nueva compañera del curso, sonriente y cariñosa.
Desde el primer momento reconocimos en ella su tenacidad, hacia 18 meses había iniciado un tratamiento de cáncer de seno, ya había terminado todo el proceso y tenía más ganas de vivir seguramente que todos los demás que estábamos allí, ella ya sabía lo que significaba contemplar la posibilidad así fuera por un momento de tener los días contados en esta vida material.

El primer día, cuando la conocimos al momento de presentarse en el grupo, compartió porque estaba allí y como había vencido su lucha contra el cáncer. Sentí mucha admiración , vi en ella una mujer con deseos de comerse el mundo y sentí que se lo merecía después de lo que  pudimos ver había sufrido.
Como para mí el pelo era tan importante, me impactó verlo tan corto y sentí lástima por eso, lamente que hubiera perdido su feminidad,  pues además nos compartió que lo tenía largo y lo extrañaba.  Que ironías las de la vida!

Justo mientras yo conocía a Nancy , mi marido en su consultorio recibía los resultados de mi exámen, y yo inocente iniciando mi curso jamás imaginé que su historia inicial llegaría a convertirse en pocas horas en algo tan familiar para mí.

Poco a poco nos fuimos acercando en el grupo de PNL, compartíamos  solo 8 horas semanales pero con una intensidad emocional tal que rápidamente fuimos entrando al corazón de todos.  Y Nancy siempre allí con una sonrisa amplia y llena de esa fe que nos impactaba.

Pocos sabían mi situación, no quería hacerlo, al principio no eran mis amigos y no me gusta para nada generar lástima, por el contrario, me molesta.  Por eso solo a Nancy un día que estaba sentada a mi lado le conté, ella muy “hermosa” (así nos decía a todas)  se puso muy a la orden y sentí en su mirada una especie de consideración por lo que venía pues por lo que me compartió esos meses de tratamiento habían sido muy duros física y emocionalmente para ella.

Un día, casi a los 3 meses del curso Nancy no llegó, le habían encontrado metástasis en el cerebro y la operarían de urgencia y así fue.  Primero una cirugía con muy buenos resultados, luego otra cirugía aparentemente menos dura. Cuidados intensivos, habitación y para la casa… Todo iba muy bien, nos mandaba mensajes por chat y nos llenábamos de alegría.

El lunes 4 de Noviembre, a los 96 días de haberla conocido Nancy murió. No quise preguntar muchos detalles de su muerte porque cuando supe la noticia sentí dolor y miedo . Me impactó muchísimo, pues yo no contemplo la posibilidad de que eso pueda pasarme pero casos como este cuestionan a cualquiera.
Pedí a Dios por ella y le pedí que me ayudara a entender que esa era su misión, que su caso era distinto al mío y  que la vida me la puso justo al lado para poner a prueba mi fe y mi esperanza y para convencerme que ante la voluntad de El no hay nada que hacer.

Afortunadamente así fue, rápidamente recupere mi paz y mi tranquilidad, la recuerdo mucho, muchísimo, pero me concentré en pensar en el 95% de mujeres que sobreviven y seguí como venía, agradecida con la vida por esta segunda oportunidad que tengo hoy, por haberla tenido cerca y por el deseo fuerte de vivir más feliz que nunca.

Nancy hermosa, eres inolvidable, el señor te tiene en su gloria.

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