Fue una semana llena de exámenes, primero la Gamagrafía ósea para descartar compromiso en huesos, ví a mi esposo darse la bendición antes de entrar al exámen, sentí miedo pues realmente yo no sabía a que iba. Nunca le pregunté por nada, tomé desde el comienzo la decisión de no preguntar mas de lo necesario y por supuesto no buscar nada en internet, ha sido la única situación en mi vida donde sentirme ignorante me ha parecido maravilloso.
Cuando llegamos después a la resonancia que debía permanecer una hora acostada boca abajo, debajo de un túnel, con los brazos hacia arriba, sin poderme mover; empezó una sensación rarísima en mi, una especie de claustrofobia, no podía aguantarme, empecé a llorar y me llené de terror. Mi esposo, que sabe lo que me gusta su voz empezó a cantar dentro de la sala de examen las canciones que me canta cuando estamos solos: “Contigo aprendí, que existen nuevas y mejores emociones…” y como dice Juanes en Para tu amor: ” …porque tu dolor es mi dolor… gracias yo te doy a ti mi amor, por existir…” . Y así fue, sin importarle quienes lo estuvieran oyendo, a él, que hay que rogarle a veces que cante en público, lo hizo espontáneamente solo pensando que así podría tranquilizarme y por supuesto lo logró. No hay nada que me de mas felicidad que oírlo cantar.
Finalmente, el resultado de la resonancia mostró un tumor en el seno izquierdo y un pequeño cuerpo extraño también en el derecho con el que no contábamos…
Que hermosura Juancho, lloré….